Crecimiento constante en el Empleo Público

Empleo Público 2016

A pesar de que apenas vemos la luz al final del túnel en la crisis que azota nuestro país, las diferentes Administraciones Públicas que gestionan los diversos servicios públicos comenzaron a ser conscientes de que el volumen de funcionarios y empleados públicos no podía seguir descendiendo si querían dar respuesta efectiva a las demandas lógicas de la ciudadanía. La política llevada acabo se basaba fundamentalmente en una tasa de reposición que en muchos casos llegaba a un escaso 10%, o, en otros, crear bolsas de trabajo, generalmente formadas por opositores que no superaron con éxito sus pruebas y que estaban carentes de la debida formación, lo cual traía consigo una bajada en la calidad de respuesta de la administración correspondiente.

Hace unos meses comenzamos a escuchar a nuestros políticos, en sus diferentes programas de gobierno, antes y después de elecciones, que esta tendencia iba a cambiar. Muchos pensaron entonces que se debía a una estrategia puramente electoral, pero hemos podido comprobar todos que tras las municipales y autonómicas, y las más recientes generales, la tendencia sigue al alza, con constantes anuncios de ofertas y convocatorias de empleo público en diferentes ámbitos, dando prioridad a la Seguridad, la Educación, la Sanidad y, curiosamente tras ocho años, a la propia Administración General del Estado.

Tras alcanzar una base de algo menos de tres millones de funcionarios, en el pasado año recuperamos casi la mitad de la tasa previa al comienzo de la crisis, fechada en 2007, y la tendencia alcista en el número de convocatorias, a la luz de los anuncios de ofertas de empleo público, no hace más que crecer. Lo previsible, por tanto, si se mantiene la tendencia actual en los grandes datos macroeconómicos, a saber, tasa de paro reduciéndose paulatinamente, incremento del producto interior bruto y por tanto de crecimiento global rondando el 2.5%, etc., es que la recaudación vía impuestos siga creciendo igualmente y permita incrementar el número de funcionarios y trabajadores del sector público poco a poco. Es posible, como también dice el artículo, que los datos absolutos no lleguen al número de convocatorias previas a la crisis, pero es también cierto que, si todo sigue así y no hay razones objetivas para pensar lo contrario, la oferta de empleo público mantendrá niveles muy destacados, permitiendo a los ciudadanos concursar con muchas más garantías de éxito que las que hasta ahora tenían.