mentaldiad ante unas oposiciones

Entrenamiento mental ante una oposición

CONSEJOS Y CURIOSIDADES

Consejos Opositor

Cuando alguien nos habla de higiene, lo primero que nos viene a la cabeza es la higiene física, que todos sabemos que se puede conseguir cuidando nuestro cuerpo y manteniendo ordenado y limpio todo nuestro entorno. Con estas medidas, lo que hacemos es prevenir los problemas de salud y mejorar nuestra calidad de vida.

 

Sin embargo, cuando hablamos de higiene mental muchos de nosotros nos preguntamos qué incluye dicho concepto. Pues bien, la higiene mental la podemos definir como el conjunto de actividades que permiten que una persona consiga el equilibrio adecuado en su entorno, es decir, que el sujeto consiga gozar de una buena salud mental

 

Uno de los grandes retos a los que un opositor debe enfrentarse cuando quiere presentarse a una oposición es a su propia mente. Parece un contrasentido que haya algo en nuestro interior que se convierta en una dificultad a superar, pero, a veces, es la mayor dificultad de todas. Solemos describirla como “nervios, estrés o falta de concentración”, entre otras muchas etiquetas que podríamos poner. En cualquier caso es evidente que es un problema a resolver.

 

Para tener una buena higiene mental os damos los siguientes consejos:

  1. Tener una buena disciplina mental. Es uno de los puntos clave, y consiste en el propio autocontrol. Debemos ser conscientes de que nos estamos enfrentando a una prueba importante, pero que si está suficientemente preparada, puede ser superada. La disciplina mental se entrena, y se va obteniendo con el convencimiento de que hemos trabajado la materia, hasta tal punto de que no podemos ir mejor preparados de lo que lo estamos. La seguridad en este sentido lo dan las buenas herramientas, a saber, un temario ajustado y completo, buenos profesionales docentes que han resuelto los problemas y guiado hasta ahí,  y un trabajo realizado por el opositor de estudio, profundización y análisis. Todo ello transmitirá la seguridad necesaria y el convencimiento de que es perfectamente posible, por supuesto, superar la prueba; y acabará con los miedos, que son los que generan dichas inseguridades.
     
  2. Tener un buen nivel de autoestima. Es fundamental cuidar la autoestima. Es necesario empezar a valorar nuestras aptitudes y capacidades.
     
  3. Tener una buena planificación. Un opositor debe ser consciente de que tiene que repartir su tiempo de la manera idónea, pero a la vez asumir que no va a conseguir su objetivo convenciéndose a sí mismo de que va a aprobar porque se encierre en su habitación, acuda a la biblioteca o asista a su centro de estudios un montón de horas al día. Un opositor necesita rendimiento en ese tiempo de estudio. Muchas veces es preferible tomarse un descanso al percibir una falta de aprovechamiento, que persistir en el intento. Precisamente esa segunda opción puede llevar a que nazca la fatiga, el hastío, el cansancio y por último el desistimiento. El día tiene muchas horas, pero incluso la oposición a priori más difícil permite cierto tiempo de descanso, por otra parte muy necesario, así de ocio.
     
  4. Tener una buena rutina de sueño. Es recomendable dormir 8 horas de un tirón, porque la falta de sueño nos vuelve malhumorados e irascibles. Si no conseguimos dormir esas ocho horas, debemos intentar dormir al menos seis horas.
     
  5. Tener una buena dieta alimenticia. No es conveniente hacer comidas copiosas antes de estudiar, porque nos puede dar sueño. No se debe beber alcohol.
     
  6. Realizar ejercicio físico. Es recomendable salir a caminar al menos 30 minutos al día para despejar la mente. Porque el ejercicio físico nos ayuda a conseguir la sensación de bienestar que necesitamos en nuestra vida de opositor. 
     
  7. Disfrutar de las pequeñas cosas que nos ocurren en el día a día. Es importante que disfrutemos de las pequeñas cosas que nos suceden en el día a día, y, esto se consigue haciendo un balance de nuestro día. Con esto conseguiremos ver los puntos positivos y negativos.

 

Debemos tener en cuenta que un opositor necesita ayuda, y debe ser consciente también de ello. Ayuda de su entorno más próximo, apoyo y estabilidad. Afrontar una oposición ya es una ardua tarea por sí misma como para ocupar nuestra mente con dificultades emocionales. Son distracciones, y si pueden evitarse, hay que hacer todo lo posible por apartarlas,

 

En definitiva, la higiene mental debe ser cuidada por cada uno de nosotros a través de hábitos positivos, porque las valoraciones positivas hacen que tengamos una buena autoestima.

 

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